martes, 25 de julio de 2017

Braña Tamareu








El estudio de la braña:
En varios documentos hemos encontrado notas acerca de esta braña de Tamareu.
Incluso aparece reseñada en el libro-catálogo "Castros y Castra en Cantabria". Pero no como un castro sino como un despoblado pastoril.
Vista de los chozos a media ladera

Vista cercana a un chozo


En el libro "Los valles occidentales de Cantabria: El poblamiento de montaña durante la II Edad del hierro y época romana"  de Teresa Castanedo Herrería, Miguel Cisneros Cunchillos, Agustín Diez Castillo, Manuel R. González Morales y Pilar López Noriega. Nos hablan concretamente de que se trata de un poblamiento pastoril probablemente estacional ligado al aprovechamiento de los pastos de montaña.

Para más información sobre este tipo de poblamientos os ofrecemos el siguiente enlace: http://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/58606/1999_regiocantabrorum_valles_occidentales-libre.pdf?sequence=1



El Enigma:

Sin embargo en el libro Los Cántabros antes de Roma de Don Eduardo Peralta Labrador, encontramos una anotación en la cual nos afirma que equipos de arqueología, de la Universidad de Cantabria, en  supuestos despoblados pastoriles (Comuestro, La Braña, Valdepicos, (Palencia))  han encontrado evidencias del rito de incineración de los cántabros, además del desconocimiento que se tiene de esta braña de Tamareu pues hasta el momento no se han hallado elementos (murallas, molinos, cerámicas, etc) o evidencia que permitan afirmar su carácter arqueológico castreño.


 Con esta idea de posibles ritos de incineración nos hemos fijado en algunas estructuras concretas.
Las hay de varios tamaños pero en alguna de ellas es evidente que por sus dimensiones no es posible albergar animales o personas dentro de sí.



También son curiosas ciertas muescas y oquedades halladas en las piedras muchas de ellas agujereadas de lado a lado.
Piedra con orificios tallados simetricos


Hito cara norte

Hito cara sur




En todas las informaciones que hemos cotejado , o alguna fotografía aislada, siempre nos hablan de la zona norte que se sitúa justo debajo de la peña de Tamareu , en la parte norte del collado. Esta zona es en la que se encuentran los pequeños chozos de los que tratan en las informaciones anteriores.
Nosotros hemos recorrido el area y en este mismo collado pero en su parte sur se halla una pequeña colina con una serie de bloques pétreos, los cuales parece que forman una pequeña acrópolis, incluso una de las piedras está tallada.


En la parte más baja del collado partiéndola en dos, nosotros las definimos como norte-sur, existe una depresión que va de este a oeste partiendo el collado en dos. Quizá se trate de un foso natural creado por la erosión y la filtración del agua o haya sido excavado por la mano del hombre.


Vista  de una estructura derruida anexa al foso.
El acrópolis




En la zona sur de este collado asciende una pequeña colina de la que poco se a hablado y poco se conoce.
Las piedras de sillarejo que forman pequeños chozos de la zona norte dan paso a bloques pétreos muy similares a los utilizados en los dólmenes en esta cara sur.


Es en su parte alta donde adquiere mayor curiosidad esta braña, pues la colina se remata en un llano custodiado por grandes bloques, los cuales da la impresión que han sido colocados por la mano del hombre.
Da la sensación que estas grandes piedras forman rectángulos o estructuras poligonales entre sí.


AL fondo, en la foto anterior, podemos observar como el alto termina con un cinturón de piedras que lo rodea en su parte exterior.



Quizá hace miles de años aquí mismo hubo un lugar dedicado al culto de dioses ancestrales.

El grabado en piedra:

En el alto de este montículo encontramos una piedra que llama  nuestra atención por su forma y dimensiones, además contiene en su cara sur una especie de grabado tallado en la piedra.Este es un bloque tetraédrico con 1metro de arista y en su parte sur tiene tallados nueve orificios de forma circular-cóncava en bajorrelieve equidistantes entre sí con un diámetros de unos 30cm, como podrán observar en las fotos.





Nos llama la atención que coincida con representaciones actuales de simbología lunar.

En esta misma zona, retirado más hacia la zona de rionansa, encontramos otra estructura de relieve.
Se trata de una elevación de piedras amontonadas en líneas de círculos concéntricos y flanqueado por piedras tipo losa clavadas en tierra como veremos en la siguiente fotografía.







Estoy seguro que estas piedras esconden muchos secretos, quizás estemos ante un simple despoblado pastoril, pero me quedará la duda, con todos estos elementos que hemos  ido observando, de que nos encontremos ante un Stonehenge en nuestra idolatrada Peñasagrada.

jueves, 20 de julio de 2017

Danza de los picayos





Con motivo de las fiestas de La Virgen del Carmen en Cosio y otras en el estío de verano deseamos hacer referencia a este baile tan legendario como habitual en la comarca de la montaña.

El BOC de Cantabria lo recoge entre los bienes inmateriales culturales de la región definiendolo de esta manera:
 La que se conoce con el nombre de los picayos, unida indisolublemente a la parte occidental de la región, es, probablemente, la más extendida, de carácter religioso, y no en vano se la conoce como el baile del santo o el baile al santo. Aún así conviene recordar que los picayos no siempre constituyen una danza, sino que, frecuentemente, se presentan en forma de canto. De hecho su ejecución tiene, a menudo, dos fases: una cantada en el interior del templo y otra llevada a cabo en el exterior, en la que se simultanean, el canto y la danza.
 Vestidas las mujeres que participan con traje de romería y los hombres con pantalón blanco, uno de los momentos más destacados de la danza se produce cuando un reducido grupo, que suele ser de cuatro o seis hombres, ejecutan el baile ante el santo, con sus tarrañuelas o con sus castañuelas en las manos, mientras que las mujeres hacen sonar rítmicamente sus panderetas.

Para ver información relacionada pulsar enlace : https://boc.cantabria.es/boces/verAnuncioAction.do?idAnuBlob=293107

lunes, 10 de julio de 2017

Capilla de San Juan







Sobre el pueblo de Cosio, en las praderías que por nombre llevan el de San Juan, dice el acervo popular que existió una pequeña ermita o capilla dedicada a este santo.
Cierto es que la toponimia de la zona también invita a ello pues además de las praderías de San Juan están las de Santibañas, que parece venir de la deformación de Santi-brañas, y encima de estas la de la Capellanía que el significado de la misma es "fundación en la que ciertos bienes quedan sujetos al cumplimiento de misas y otras cargas pías".



Podemos pensar que en este lugar de labranza, donde en largas épocas del año los labradores habitaban esta zona ya sea con el ganado pastando o haciendo la hierba durante el verano ya que es terreno propicio para ello. Sabemos que antiguamente el rito de la oración era obligado y quizás por esta razón se implantara una ermita en este lugar para ahorrarse el desplazamiento al pueblo e influir la institución eclesiástica sobre esta zona.


Situada en medio de estas praderías, entre la espesura de la maleza, hemos encontrado unos cimientos que pensamos podría tratarse de la enigmática ermita. Tiene forma rectangular  donde en una de sus partes se estrecha y se nota elevado, similar a la situación de un altar. Puede que realmente sea una cabaña-cuadra denostada por el paso del tiempo, pero las dimensiones parecen ser bastante escuetas para tratarse de una cuadra ganadera.


Apoya a nuestra versión que en pueblos cercanos a Cosío como son Obeso o Carmona, estos poseen en la actualidad ermitas en zonas elevadas y de labriego como son la de la Virgen del Llano y La Virgen de Las Lindes respectivamente.

Si alguna persona seguidora de este blog conoce algo sobre este tema en concreto u otras estructuras de similar condición, nos sería de mucho agrado, nos dejara algún comentario aportando algo de luz sobre este enigma.

lunes, 3 de julio de 2017

El cante de nuestra tierra


Lucio en el "Altu Peñasagra".



Extensas son las referencias al Cornón y a Peñasagra en el repertorio montañes tanto en trovas como en cantares.
Claro está que sirve de fuente de inspiración. La música y los sentimientos siempre van unidos de la mano y cantar o escribir sobre nuestra Peñasagra siempre conmociona y enternece al lugareño de esta sierra.
Alrededor de esta montaña, en sus faldas, por las calles de sus pueblos todavía corre el añejo cantar montañes.
Aunque leve, todavía se mantienen los sabores y colores de las estampas montañesas.
La gente joven, diezmada en las ultimas décadas, se resigna a perder algo tan personal y tan enraizado culturalmente como es la expresión del alma, el sentir de nuestro pecho a través de la canción.
Poseemos un extenso cante propio del cual debemos estar orgullosos pero al que debemos cuidar también.
Esta página va dedicada con intención de animar, a todos los jóvenes que cantan o que quieran empezar para que sigan con ello, que sigan dándole vida a esta Cantabria antigua y rural tan castigada.
Pues un pueblo que olvida su cultura es un pueblo muerto.


Hacemos eco de la figura de Lucio José González, en esta página, por ser el ejemplo perfecto del "Cantaor" bregado en los riscos de Peñasagra, natural de Cosio, amante de las tradiciones y costumbres de la montaña.
Lucio domina tanto la canción montañesa como la asturiana y junto su grupo Los Güeyos, ,cosechan éxitos por todo el norte nacional promocionando su nuevo disco Sabor a Norte.
Porque cuando se oye a un montañés cantar no solo sentimos su voz si no que nos percatamos de los matices y formas de otros anteriores, del legado de grandes cantadores y tantos que hubo en nuestro Valle del nansa.
Nos conmociona escuchar a un zagal defendiendo sus primeros gorgoritos con rostro sonrojado entre el publico expectante de la taberna que en su memoria intenta recordar al tío, al abuelo o de tal familiar, de aquel mozo que tan bien cantaba.

Lucio y su primo Rubén delante de una "choza"  junto al Pozu la Vega.

Ponemos en valor el arraigo de la familia montañesa que sin hacerlo a conciencia inculca las costumbres y valores de esta cultura tan extensa y vetusta.