En una de las matas de la majestuosa sierra de Peñasagra se esconden estos singularer acebos de extraordinarias dimensiones.
No dudo en decir que posean más de un ciento de años dado que sus gruesos troncos son espectaculares.
Nos impresiona ver como el paso del tiempo respeta a estos colosales elementos naturales de los cuales bajo su ramaje el ganado, que sube a estos pastos, descansa en las horas más arduas del verano.
Avellano |
En esta mata también existe algún avellano en el que podemos admirar su grueso tronco.
Además de toda la flora y fauna que rodea el lugar no hemos podido evitar detenernos a observar una fuente la cual sirve de abrevadero para las reses que sedientas vienen a beber. Es triste pero cierto que todos estos manantiales con el tiempo y el descuido se van a ir perdiendo enterrándose en el cieno desapareciendo en el tiempo.
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